ROBERTO GUTIERREZ

ARQUITECTOS

 

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ESTABLECIMIENTO DE LARGA ESTADIA PARA EL ADULTO MAYOR, COMUNA DE COYHAIQUE, REGIÓN DE AYSEN

 

Arquitecto: Roberto Gutiérrez + Fernando Perez O. + MAPA (Matías Madsen + Cristián Larraín)

Colaboradores: Felipe Miquel + Iker + Justo Diaz + Benjamín Smart

Ubicación: Coyhaique, Región de Aysen

Superficie: 1000 m2

Año: 2016

 

 

INFORME FUNDAMENTOS ELEAM COYHAIQUE

 

El Concepto de Base

 

Las residencias de larga estancia han venido adquiriendo importancia, de manera consistente, en nuestro medio. El aumento de las expectativas de vida, por una parte, y las dificultades, tanto técnicas como prácticas para atender a los ancianos en el entorno familiar, por la otra, han dado por resultado una atención cada vez más importante a estas instituciones. Ello se manifiesta tanto en iniciativas privadas o de instituciones filantrópicas, como a nivel público. Es en este contexto que se inserta la iniciativa de gobierno para ubicar un Establecimiento de Larga Estadía para el Adulto Mayor de Coyhaique.

 

Hemos concebido el ELEAM de Coyhaique como una casa que acoge una comunidad de hombres y mujeres durante el último período de su vida. La hemos definido como una Casa del Ocaso, esto es, del final del día. Pensamos que, como el ocaso, este período tiene su belleza, sus problemas y también sus oportunidades. Esta etapa de la vida suele estar acompañada de una disminución de las capacidades físicas y un eventual deterioro de la salud que exige apoyos, y condiciones especiales. Al mismo tiempo, los adultos mayores disponen de tiempo y carecen de obligaciones laborales o familiares. Ello les permite una oportunidad única para la contemplación, la reflexión e incluso las relaciones sociales.

Tenemos muy presente la noción del filósofo francés Paul Ricoeur que señalaba que nuestra actitud hacia el final de la vida debía ser permanecer vivos hasta la muerte. También la idea planteada por Hannah Arendt en La Condición Humana quien nos recuerda que nunca se está más activo que cuando se está contemplativo. Son estas actitudes y estos conceptos los que nuestro proyecto quisiera poner de relieve.

 

El desafío que el proyecto de esta Casa para el Ocaso se ha planteado es el siguiente:

 

¿Cómo ofrecer a los residentes una posibilidad de intensificar sus vidas durante su estadía en la residencia?

¿Cómo construirles una casa, un refugio doméstico de calidad, que les permita gozar del encuentro y la interacción con otros y de la vida tal como se manifiesta en la naturaleza, en la luz, en los ciclos del día, en las estaciones del año?

 

La propuesta

 

Hemos concebido el proyecto como una trama doméstica. Una trama que combina espacios privados, espacios de encuentro y espacios públicos; espacios abiertos y espacios cerrados; espacios que nos permiten refugiarnos en la intimidad y espacios abiertos al paisaje; espacios naturales y espacios artificiales. Es este tejido doméstico el que nos permite articular riqueza espacial y claridad constructiva.

 

El proyecto se localiza actualmente en un borde de la zona más densamente poblada de la ciudad de Coyhaique, la que se irá desarrollando a lo largo del tiempo. No es posible, por tanto, controlar las condiciones de las construcciones que la rodearán en el futuro. Por tal razón, frente a la incertidumbre del contexto inmediato, se ha querido garantizar las condiciones de un interior y el acceso a vistas lejanas características del paisaje de Coyhaique.

 

Tres escalas de vistas enriquecen la experiencia de la residencia: la vista más íntima como la que se obtiene de los dormitorios y su extensión a los patios. Las vistas domésticas, propias de la residencia que atraviesan una serie de transparencias dadas por los patios y, en zonas como la circulación central y los salas de estar más públicas hacen presente la dimensión total del proyecto. Por último, las vistas lejanas permiten gozar de la riqueza de una paisaje privilegiado.

 

Quisiéramos que la vida se manifestara con fuerza en la casa: a través de la actividad de los residentes, y de quienes los cuidan; de la luz que cambia a lo largo del día y del crecimiento y los cambios de la vegetación nativa, especialmente en los patios, a lo largo del año. Se ha buscado inscribir toda esta riqueza en el rigor de una trama geométrica y constructiva, estrictamente modulada en base a la medida básica de la pieza doble, la cual es un módulo de 4x5mt., que da orden al proyecto. En ese contexto, hemos concebido la residencia como una plataforma aproximadamente cuadrada, aprovechando las dimensiones del terreno, que facilita al máximo los movimientos de los residentes. Este es el dominio de los residentes autovalentes o en buenas condiciones de salud. Los recintos especiales, que acogen a quienes requieren cuidados especiales, aislamiento, o están en condiciones especialmente frágiles de salud, se localizan en un mundo propio, el mundo del cuidado intensivo, situado en un nivel inferior. Éste está comunicado fluidamente con el nivel superior a través de circulaciones verticales y con el exterior, puesto que coincide con el nivel de la calle que pasa al norte del terreno.

 

Esta plataforma está penetrada por pequeños patios que permiten la entrada de luz y sol a dormitorios, lugares de estar y circulaciones. Una casa de múltiples patios que permite que todo el interior de la residencia esté en permanente conexión con la calidez del sol y de la luz. Los patios están plantados con vegetación nativa y deberían ser reconocido por sus carácterísticas específicas: el patio de los Ñirres, el de las Lengas, Coihues, etc.

 

La regla de oro establecida por el proyecto es que todas las habitaciones tengan igual orientación al norte y gocen por tanto de manera equivalente del contacto con la luz y la vegetación. No hay habitaciones peores o mejores. Todas son equivalentes. Este propósito ha conducido a trabajar con crujías simples. Ello tiene algunos costos, asociados al aumento relativo de las superficies de circulación, pero pensamos que los frutos obtenidos los compensan sobradamente. Dichas superficies podrían todavía ajustarse durante la etapa de desarrollo del proyecto.

 

La distribución del programa:

 

En cuanto a la distribución del programa, administración y recintos de personal recepción se sitúan en el costado sur, que se propone como el acceso principal al conjunto. Hacia el oriente aparecen las oficinas y salas de reuniones y al poniente recintos de servicio para el personal. En éstos se ha previsto sistemas cenitales de iluminación y ventilación.

 

Las habitaciones se distribuyen en una serie de franjas alternadas, en cada una de las cuales aparece un patio interior, una circulación y una crujía de habitaciones. Los estándares de las habitaciones y las relaciones de éstas con los baños que las sirven se han basado en las fichas proporcionadas por las bases del concurso.

 

Una circulación central a la manera de una columna vertebral va relacionando estas líneas de habitaciones. En el encuentro de ésta con las circulaciones que conducen a las habitaciones se localizan espacios de estar menores y al final de los patios espacios de servicio. Todo el sistema de circulación ha sido entretejido con un conjunto graduado de recintos de estar o espera. Ellos van desde los más pequeños, junto a los baños, hasta los espacios mayores de convivencia. Rematando esta circulación central, hacia el norte, aparecen los recintos públicos más significativos como comedor (directamente vinculado a la cocina), sala de uso múltiples y otros recintos de apoyo (kinesiología, etc.). En ocasiones especiales, como celebraciones, comedor, sala de uso múltiple y recintos de apoyo pueden vincularse entre sí, configurando un gran frente público al norte de la residencia. La inclinación del terreno hace que dichos recintos queden elevados un piso respecto de la calle. Tal condición garantiza la posibilidad de abrirse totalmente a vistas memorables y características, como la Reserva Nacional Coyhaique.

 

El primer nivel del costado norte acoge accesos de servicio para ambulancias y provisiones y también el ingreso al oratorio. Éste está situado en una posición central y atraviesa verticalmente todo el volumen, recibiendo luz cenital. En la zona de la cocina se ha dispuesto en el primer nivel un patio de recepción de provisiones y bodegas, conectado con ésta por un montacargas.

 

Los materiales y la construcción:

 

La estructura de base de la residencia es una trama de vigas y pilares metálicos vinculados por una losa de hormigón. Se ha pensado que este sistema constructivo, en buena medida realizado en seco, facilitará la construcción, tanto en cuanto al traslado de materiales como a la rapidez de la ejecución. Se propone que el acero que se utilice en la estructura sea reciclado, de manera de disminuir la huella de carbono del edificio.

 

El edificio se apoya sobre una fundación de hormigón y un radier a través de una serie de pilotes que soportan una losa colaborante. Sobre ésta, se apoya el piso del nivel principal. Los volúmenes se sitúan así ligeramente levantados del suelo, circunstancia que se aprovecha para garantizar su aislación y ventilación. Respecto de los cerramientos, tanto la cubierta como los paramentos verticales presentan un revestimiento de zinc alum emballetado al exterior. Por razones energitérmicas las fachadas del edificio han sido concebidas como fachadas ventiladas. Esta piel garantiza la

estanqueidad, la durabilidad y es de fácil mantención. Permite también enfrentar adecuadamente las considerables variaciones de las condiciones meteorológicas de Coyhaique. Los cerramientos transparentes, tanto al exterior como a los patios, utilizan termo-paneles. En el interior cielos y paramentos presentan doble placa de cartón yeso (10+15mm). En puntos precisos de los recintos de estar se incluye madera para darles un ambiente más cálido. Para ello se propone la utilización de tableros de madera de Lenga, fabricados con despuntes, como otra manera de incorporar el reciclaje al edificio. El piso propuesto es porcelanato masa técnico madera, que asegurando una facilidad de limpieza y colabora a conseguir las características ambientales buscadas en el interior.

 

Las condiciones energitérmicas:

 

El proyecto ha tenido especialmente en cuenta las variaciones térmicas y pluviométricas que caracterizan a Coyhaique. Estas van desde la nieve en invierno a altas temperaturas en verano. Hemos sido, por tanto, especialmente cuidadosos con las características de orientación y aislación del edificio. Respecto a la orientación, como ya se ha señalado, se ha privilegiado decididamente la orientación norte en todo el conjunto, tanto en las habitaciones como en las salas de estar más importantes. Ello proporciona de partida condiciones ventajosas para las ganancias térmicas en invierno y la defensa de las mismas, en verano. Por otra parte el interior del edificio está abierto de manera medida a todas la orientaciones, permitiendo que actúe como un reloj de sol que tiñe de manera diversa el espacio durante las diversas horas del día y a lo largo de las estaciones del año. Respecto a la aislación, se cuenta con fachadas aisladas mediante celulosa proyectada, la cual corta los posibles puentes térmicos entre interior y exterior, termo-paneles y ventilación favorecida por la separación del edificio del suelo. Todo ello influye positivamente en la climatización pasiva del edificio y, por tanto en la utilización eficiente de los sistemas artificiales de acondicionamiento ambiental que sean necesarios. La vegetación utilizada en los patios cumple además un rol específico en este contexto. Se plantea que ésta sea básicamente con especies de hoja caduca. Esta pierde la hoja en invierno facilitando el acceso de sol y luz. En verano, en cambio, defiende de ganancias térmicas excesivas y contribuye a refrescar y humidificar el aire que circula por los patios. Estos actúan como una suerte de chimeneas de ventilación. Los recintos que dan a éstos pueden abrirse, especialmente en verano, participando activamente de dicho sistema de ventilación.